Evidencias científicas de la relación entre vacunas y abortos espontáneos


 

Seguir instando a las mujeres embarazadas a vacunarse con la evidencia científica que hay en estos momentos, es un auténtico crimen.

En la actualidad, se han registrado 2.433 muertes fetales en VAERS (sistema de notificación de eventos adversos de vacunas) de mujeres embarazadas a las que se les ha inyectado una de las inyecciones de COVID-19.

La gran mayoría de estos han sido de Pfizer (1.862 muertes) y de Moderna (656 muertes).

Ha habido más muertes fetales en los últimos 11 meses después de las inyecciones de COVID-19 que en los últimos 30 años después de TODAS las vacunas.

El mes pasado (octubre de 2021), el New England Journal of Medicine admitió que el estudio original utilizado para justificar que los CDC y la FDA recomendaran las vacunas a las mujeres embarazadas tenía fallos.

Desde entonces, investigadores de Nueva Zelanda han realizado un nuevo estudio sobre los datos originales y han concluido:

"Un nuevo análisis de estas cifras indica una incidencia acumulada de aborto espontáneo que oscila entre el 82% (104/127) y el 91% (104/114), de 7 a 8 veces mayor que los resultados de los autores originales".

Y sin embargo, las autoridades siguen recomendando las vacunas para las mujeres embarazadas, aunque un análisis correcto de los datos originales muestra que entre el 82% y el 91% de las mujeres embarazadas sufrirán abortos espontáneos si el feto tiene menos de 20 semanas.

Fuentes de todas estas afirmaciones AQUÍ.


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