PRESUNTOS ASESINOS DEL PRESIDENTE HAITIANO FUERON ENTRENADOS POR ESTADOS UNIDOS


El director de Policía Nacional de Haití, Leon Charles, anunció en una conferencia de prensa que el comando que asesinó al presidente haitiano Jovenal Moïse estaba compuesto por 26 ciudadanos colombianos y dos ciudadanos haitiano-estadounidenses. Del grupo de los colombianos, quince han sido detenidos, ocho siguen huidos y tres murieron en el tiroteo que se produjo en el momento de la detención. Diego Molano, el ministro de Defensa de Colombia, ha confirmado que algunos de los miembros del comando son militares colombianos retirados, y que algunos de ellos recibieron entrenamiento en Estados Unidos.

Los dos haitiano-estadounidenses han sido identificados como James Solages, de 35 años de edad, y Joseph Vincent, de 55 años. James Solages había trabajado con anterioridad como miembro de seguridad en la embajada canadiense de Haití. También trabajaba periódicamente como guardaespaldas de Reginald Boulos y Dimitri Vorbe, conocidos miembros de la oligarquía local y propietarios de empresas eléctricas. Vorbe, asimismo, es el director ejecutivo y vicepresidente de Société Genérale d'Energie S.A., una de las compañías energéticas privadas más grandes de Haití.

El líder del comando atacante ha sido identificado como Manuel Antonio Grosso Guarín, un ex-miembro de los comandos especiales del ejército colombiano. Según algunas informaciones, Grosso, de 41 años, había realizado cursos especiales de combate, es un experto paracaidista y ha formado parte de las fuerzas especiales colombianas. Una de las funciones de Grosso también era la instrucción de comandos especiales del ejército norteamericano, el cual suministra entrenamiento y armas al ejército colombiano, una de las fuerzas armadas más represivas de la región y que trabaja para asegurar los intereses corporativos internacionales y las rutas del narcotráfico. 

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