DOCTORES POR LA ÉTICA COVID: VACUNAS COVID-19 SON INNECESARIAS, INEFICACES E INSEGURAS

 Los fabricantes de vacunas Covid-19 han sido eximidos de responsabilidad legal por los daños que sean inducidos por dichas vacunas. Por lo tanto, es de interés para todos aquellos que autorizan, hacen cumplir y administran las vacunas Covid-19 que comprendan la evidencia sobre los riesgos de estas sustancias, ya que sobre ellos recaerá la responsabilidad del daño que generen.

Desde la asociación "Doctors for Covid Ethics" se ha señalado que, desde la ciencia y las evidencias disponibles, las vacunas Covid-19 son innecesarias, ineficaces e inseguras.

.- Innecesarias: los individuos inmunocompetentes están protegidos contra el SARS-CoV-2 por inmunidad celular. Por tanto, no es necesario vacunar a los grupos de riesgo bajo. Para las personas inmunodeprimidas que se enferman con COVID-19, existe una variedad de tratamientos médicos que ha demostrado ser seguros y efectivos. Por tanto, vacunar a los vulnerables es igualmente innecesario. Tanto los grupos inmunocompetentes como los grupos de personas vulnerables están mejor protegidos contra las variantes del SARS-COV-2 por inmunidad adquirida de forma natural y por medicación que por vacunación.

.- Ineficaces: las vacunas Covid-19 carecen de un mecanismo de acción viable contra la infección de las vías respiratorias por SARS-COV-2. La inducción de anticuerpos no puede prevenir la infección por un agente como el SARS-COV-2 que invade las vías respiratorias. Además, ninguno de los ensayos de vacunas ha proporcionado evidencia alguna de que la vacunación prevenga la transmisión de la infección por parte de personas vacunadas. Por tanto, cuando se nos está diciendo que debemos vacunarnos para proteger a los demás, se nos está dando un argumento que no tiene ningún sentido.

.- Inseguras: Las vacunas a las que nos estamos refiriendo son peligrosas tanto para personas sanas como para personas con patologías previas. Se ha demostrado que la administración de estas vacunas supone adquirir un alto riesgo de alteraciones letales y no letales de la coagulación de la sangre, incluidos trastornos hemorrágicos, trombosis cerebral, accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos, reacciones autoinmunes y alérgicas, potenciación de enfermedades dependientes de anticuerpos, e impurezas e imprecisiones de la propia vacuna consecuencia de su rápida fabricación y de estándares de producción no regulados.