La desconocida historia de Bertha Boronda



Bertha Boronda fue sentenciada a 5 años de reclusión en la prisión de San Quentin.  Su delito fue haber cortado el pene a su marido infiel con una navaja de afeitar.

Bertha Zettle, hija de inmigrantes alemanes, nació en el año 1877 en una zona rural del estado de Minnesota. En 1900 se trasladó a California, donde ese mismo año conocería a Frank Boronda, quien se convertiría en su esposo al año siguiente. Frank había nacido en 1863, en el seno de una familia de raíces mexicanas pero que ya llevaba varias generaciones asentada en California.

Se casaron en 1901, e inicialmente llevaron una vida acomodada debido al empleo de Frank quien era capitán del Departamento de Bomberos de San José, una bella localidad al norte de California. En los últimos meses de su matrimonio Frank tuvo que hacer frente a algunos problemas legales, estuvo acusado de fraude electoral, que le llevaron a planear un cambio de domicilio y trasladarse a México. Al parecer, en sus planes no entraba la posibilidad de ir acompañado de su esposa. Bertha tuvo conocimiento, a través de algunos amigos cercanos al matrimonio, de los planes de Frank y en sus averiguaciones fue descubriendo una posible razón, aparte de los problemas legales, para la huida en solitario de su marido: había una tercera persona.

Consciente de las infidelidades de su marido, fue dando forma a un plan que materializó en la noche del viernes 31 de mayo de 1907. Esa noche, aprovechando el profundo sueño de Frank, Bertha se dirigió al dormitorio. En sus manos portaba una navaja de afeitar recientemente afilada. Fue rápida y eficaz: con un certero movimiento consiguió amputar el pene de su marido.

Tras el certero corte, Bertha huyó del domicilio mientras que Frank tuvo la suficiente entereza como para acercarse al puesto de Bomberos donde trabajaba, muy cercano a su domicilio. Allí recibió las primeras curas. La búsqueda policial de Bertha se inició de inmediato, siendo localizada a la noche siguiente vestida con ropas de hombre y montada en una bicicleta, en la que pensaba huir de la localidad.



Bertha fue juzgada y sentenciada en 1908 a cumplir cinco años de prisión. No los cumplió. El 20 de diciembre de 1909 obtuvo la libertad condicional. Frank y Bertha nunca más volvieron a encontrarse.  Frank volvió a casarse, esta vez con Josie Warburton, una mujer 33 años más joven que él. Bertha, tras su liberación, consiguió un trabajo de camarera y años más tarde, en 1921, se casó con Alexander Patterson, un viudo mayor que ella. Pero este nuevo matrimonio de Bertha también terminó en divorcio.

Frank vivió hasta los 77 años y murió en 1940.  Bertha murió en 1950 a la edad de 72 años. Si os decidís a visitar la localidad californiana de San José todavía podréis ver la estación de bomberos en la que trabajó Frank, aunque ahora se ha convertido en un gastropub.

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